miércoles, 16 de junio de 2010

Érase una vez en el 2003...

Ilustración: Kike Olmedo

Tequila Suprema Chingo Bingo Wingo o algo así. No tenía el gusanito, bajón-aso. Ultimo shot y botella vacía, limones masacrados cubriendo la mesa.

Todo esto lo voy a escribir más tarde…mañana no, pasado probablemente. Escribir sobre estar en pedo, oima Bukowski.

No quiero saber más NADA, me voy a mi casa. Me tratan de quitar la llave del auto y le rompo el labio a un buenísimo amigo. Me meten la llave en la boca y me echan de la casa.

“ANDA REVENTATE CONTRA UN ÁRBOL HIJODEPUTA!” *

Recuerdo haber pensado: “Que loco si me voy y me mato. Como va a pesar sobre su conciencia eso que me dijo. Le cago el fin de semana como mínimo.”

Les evito la angustia porque llego vivo a mi casa. “Llegué carajo! ACÁ tenés tu árbol hijo de pu…AAAaaajjjjrrrggg!” (vómito).

Dejo las cuatro ventanas abiertas y el pica pica prendido a modo de informarle en clave morse a mi vecino que mañana a primera o segunda hora muevo el auto de su jardín.

Llave, piso, llave, puerta, casa, casacasitaranchopalacioCASA!
Patio
Pucho
Sala
Baño
Meo
Cocina
Pizza fría
Micro-ondas
Pizza caliente
Lengua quemada
Agua
Agua
Agua
Pieza
Cama
PUM!
Noni Noni...........................NO!
ALTO!

Mi hijo está arriba durmiendo con sus abuelos. Le prometí que cuando llegaba le buscaba para dormir juntos. Cumplir promesas, por más chicas, por más chotas. Cumplir promesas. Vamos arriba, vamos, vamos…VAMOS!

Escalando hasta el segundo piso. Entrando a la pieza de los viejos. Alguna vez durmiendo yo en esta misma pieza, ahí mismo en el medio de los dos. Y hoy aquí ahora, levantándole a mi hijo de ese mismo pedazo de cama que alguna vez supe confundir con el lugar más seguro del mundo. Mi hijo no se despierta pero me abraza, upa valorcito, upa con papá. 3 años, feroz tipo. Fines de semana con papá, días de semana con mamá y mis viejos siguen ahí, durmiendo juntos en esa misma cama.

Milagro no le despierto a mi papá, señor de sueño liviano. Cierro puerta y nos fuimos. Ninjas! Uno de los ninjas duerme pero ninjas al fin.

Bajando las escaleras me doy cuenta de mi ERROR muy pero muy tarde. El árbol le termina encontrando al hijo de puta*. Le encuentra en una escalera con su bebé en brazos. Caemos para adelante, literalmente despegamos. Houston…sabes luego.

Magia, fuerza, instinto…Dios? No el no. GARRA!

Giro en el aire antes de tocar los escalones. Giro de 180 grados en el aire, perfecto. Yo abajo, el arriba. Absorbo un escalón a la vez, me hago intimo de cada uno de ellos. Espalda, cabeza, hombro, costilla, jamás me di cuenta lo larga que eran estas escaleras hasta ahora. Finalmente nos detenemos.

Todo duele mal y mucho pero la peor parte va para las costillas. Mi hijo se lleva susto de su vida (que no es decir mucho porque su vida solo consiste de 3 años) y paseo inesperado en improvisado trineo paternal, nada más. No creo en vos pero gracias de toda maneras. Gracias, gracias y gracias.

Inmóvil en el primer piso de mi casa, algo tibio y probablemente rojo cayendo por mi nuca, mi hijo llorando sobre mi panza, mi mamá bajando las escaleras mandándome a la grandísima puta que me parió. Casi me río de esa incoherencia materna pero por suerte no lo hago.

Upa al nieto y de vuelta arriba. Se apagan las luces. No vio sangre en mi cabeza. Si la veía se quedaba un rato más, casi seguro.

El alcohol hace un pésimo trabajo de anestesiar, mañana va a ser un día interesante. El domingo se va haciendo presente a través de las ventanas y pienso en mi abuelita que se ha de estar preparando para esa primera misa a la que van solo las abuelitas.

Me levanto del piso y vuelvo hasta mi…

Pieza

Cama

PUM!

Noni Noni.......


(Algún dia nos vamos a reír de esto, pero falta bastante todavía.)

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