viernes, 18 de junio de 2010

Biografía No Autorizada: Valdovinos Torres

Ilustración: Hugo Cataldo

Llego envuelto en una manta de pena y gloria a este mundo, un caluroso 4 de diciembre de 1968 en la cinematográfica Caaguazú City, un día miércoles para ser exactos. Su llegada fue apropiadamente, el mismo día de la recordada "Guerra de Fosforitos del ´68". Día que vivirá por siempre en la infamia a causa de clanes rivales que supieron llevar su amor por la pólvora navideña a niveles letales, aquella tropical tarde caaguezeña.

Los años 70 vieron el paso de Valdovinos Torres(t.c.c. Waldo Longo) de niño a adolescente y de vuelta a niño. Las frecuencias bi-polares producidas al crecer en un país brutalmente reprimido ubicado en el ombligo de un planeta en plena explosión expresiva tecnicolor, supieron dejar sus huellas sobre el futuro artista. Su refugió: los comics. Desde las rosas aventuras de Susy hasta material clandestino de origen sueco no apto para débiles cardiovasculares. Valdovinos lo vio todo y a veces hasta se tomo el tiempo de leer aquellos globos de diálogos que flotaban sobre la cabeza del Éternauta.

De esa manera transcurrieron los años mozos de Valdovinos. Travolta sacudía los pantalones campana ('Oxford' se llaman había sido, nada que ver) sobre la pista V.I.P. de Studio 54 mientras Valdovinos le sacaba la punta al lápiz 8B y observaba libidinosamente ese espacio blanco de infinitas posibilidades que le devolvía la mirada, mientras esperaba resignadamente su destino sobre la mesa de la cocina de la Sra. Torres. La mirada que esa hoja virgen le devolvía estaba, con justa razón, llena de pánico.

El resto es como dicen, historia. Historia que puede ser recopilada de las paredes del baño de la Terminal o del boca en boca de las señoritas suficientemente agraciadas para haber sido cortejadas por Torres en algún momento. Historia llena de satélites que fielmente van y vienen: publicidad, karaoke, excesos, mujeres, playa, cerveza, publicidad, publicidad, amigos, excesos, excesos, mujeres y un poco mas de publicidad...y de excesos. Los astros que permanecen inmóviles en el centro de la galaxia Torres son siempre los mismos, los amigos, la noche, el lápiz, el papel y una Mac un poco afeminada por cierto.

Valdovinos lo supo resumir mejor en una sola oración que ya paso en tren bala a la leyenda: "Todo lo que veo es negro, man!" Se refería quizás a un país envuelto por las tinieblas de una burguesía que no da respiro? Hablaba del color obtenido al sumar todos los pantones del universo? O se refería quizás al hecho de que estaba sumamente oscuro ese bar y las birris heladas ya se habían llevado la mejor parte de su visión aquella noche. La respuesta exacta permanecerá un enigma mas dentro del acertijo liado en el misterio que lleva por nombre Torres, Valdovinos Torres. Gran Bestia Pop.

3 comentarios:

  1. el cuenta que de chico le daban plata para comprar caramelos y compraba geniolito

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  2. jajaja, el geniolito era riquisimo man!

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